domingo, 13 de marzo de 2011

Español para extranjeros. Sin salida.

No se trata de un comentario de cine a pesar de lo que pueda pensar C.R. Carner. Podemos leer en el diario Información como los diputados autonómicos socialistas que no repiten en las listas de 2011 se quejan "Si no repetíamos, nos prometieron una salida". En público y sin vergüenza. Son políticos, claro. Acostumbrados a hablar al revés, lo que querían decir con “salida” es que le prometieron una “entrada”. Mensual en su cuenta corriente, en algún cargo o posición. Lo aclaro en un cursillo rápido de español político para extranjeros. En esta ocasión “salida” se refiere a un político que deja un puesto. Es decir la “salida” esta garantizada. Pero no se quiere ir. Pero se tiene que ir. Entonces amenazan a lo Marsé: “Un día volveré” si no me das una “salida”. Y si vuelve, (en algún congreso del partido, por ejemplo) dirá que “no hay programa”, que lo propuesto “no es socialista”, o que “no responde a los intereses de los ciudadanos”. Querido amigo extranjero, esto significa: “te dije que volvería”, “te vas a enterar” y finalmente “o me das lo mío o te voy a dar lo tuyo, como pueda”. No se desanime. Poco a poco.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Las naranjas y el trigal





Como siempre, el PSPV vuelve a meterse en un sembrado. Algún creativo (¿de Madrid?¿de Barcelona?, difícilmente de la huerta. Quizás árabe) por fin logró erigir un gran monumento al talento desconocido. Nada mejor para sonrojar al PP que sacarle las naranjas. Ya los anuncios en los cines nos avanzaba la clase de campaña que nos esperaba. Como en el tango, "y todo a media luz".
El planteamiento consiste en desafiar el sentido común. Avanzar desde una naranja podrida hacia una naranja sana. Eddington en 1928 (ya han tenido tiempo para leerlo) publicó "The Nature of the Physical World". Allí presentaba el concepto "flecha del tiempo". Es la propiedad unidireccional del tiempo que no tiene su par en el espacio. El tiempo transcurre en una sola dirección. Hacia el futuro. La flecha del tiempo implica tres consecuencias de las que nos importan dos. Primero, es vívidamente reconocida por la conciencia del individuo. Nuestra visión del mundo es esclava de ella. Segundo, es exigida por la razón, dado que una flecha reversible es absurda.
Posiblemente hay sinrazones para ello. Dar que hablar. Atraer la atención. Para los publicistas esto es una buena motivación. Dar visibilidad. La cuestión es doble. En ocasiones recuerdas el anuncio y no que anunciaba. Por último, el planteamiento es que esta bien que te miren, pero no haciendo el idiota.
¿Es un buen principio de comunicación desorientar al que mira, confundir la razón del que quiere comprender algo?. ¿Es esa la cuestión? ¿No hay nada que decir? Es evidente que no. Que hay muchísimo que decir. Pero esta claro que no encuentran las ideas, ni las palabras, ni la imagen. Para qué sacar más zumo.