martes, 30 de diciembre de 2014

El rábano por las hojas

"Este día sin sol es todo mío. Golpea en mi ventana tanto frío..." Tararea Mariano ojeando el resumen de prensa. No entona bien. La dureza de su cara se lo impide. Desde que los asesores le obligan a tanto trabajo facial para reducir sus "tics", se siente como acartonado. Tan así va la cosa, que mirando "in itínere" su reflejo en un espejo, se preguntó que hacía Julio Cortázar (¡Y que mayor está!) ya tan póstumo en aquella reunión. Lo mismito que pensó de Gallardón hijo en su último Consejo de Ministros. Qué bien le vendría ahora tanto cuento para pasar de "salvo algunas cosas" a "a salvo de algunas cosas". 
Un viejo dicho afirma que nunca puedes controlar lo que pasa, pero sí la cara que pones. En ello está Rajoy, con cara en formato fijo dónde lo único que cambia es su mirada, variando entre el susto, el miedo, el horror o la desesperación. A diferencia de Soraya, expresiva de gesto pero siempre con la misma mirada tipo "Soy Jack Nicholson y te perdono la vida". Aunque nadie se lo cree, viendo lo visto y más aún lo no visto. ¿Dónde está Gallardón hijo? Son las ironías de la vida. La ley sobre la interrupción del embarazo interrumpió la gestación de su ley apostólica. Eso sí que es un ministro "interruptus" o la demostración española del segundo teorema de Gödel.
Podemos ya se ha hecho mayor y tiene su propia campaña en contra. En España no eres nadie si no te montan una campaña, con la razón o por cualquier otro medio. La evidencia lo demuestra: 108 millones de resultados tras la búsqueda en Google de "campaña contra mí", en España. En dicho Parnaso hay cantautores de todo tipo: políticos, deportistas, arquitectos, cantantes. Volviendo a la novedad de ayer, no da igual pero es casi lo mismo. Un hábito corriente en la vieja política es no contestar jamás a las preguntas. Responder con evasivas, vaguedades o colocando el argumentario del partido.
Con Podemos asistimos a la misma estrategia. Todos responden al Podemos partido. Nadie responde a las preguntas que Podemos representa. Porque Podemos más que un partido, eran y son votantes. Vamos de analepsis o flashback. Los españoles eran animales de costumbres. Elecciones, miro el menú del día. Sí algún plato apaña, tira que va. En otro caso, pues toca bocata abstencionista. Con la crisis económica, política e institucional el menú apetecía cada vez menos. Pero tampoco el bocata abstencionista. En aquel entonces, UPyD tenía posibilidad de concejales en municipios donde no estaba de partido presente. Primero el votante, después el partido. Por vez primera no son sólo los partidos buscan votantes. Son muchos posibles votantes los que buscan partidos con un único requisito: no tener historias. UPyD, Ciudadanos, Vox y tantos partidos se formaron para atender una necesidad no satisfecha.
Cuando gracias a las togas llegó el destape y muchos quedaron con las vergüenzas al aire (metáfora) los ciudadanos llenaron las calles. La astuta estrategia del PP (multas, palos y criminalización) logró vaciarlas, pero a la primera que pudieron se refugiaron del frío autoritario en los colegios electorales y llenaron las urnas de protestas. Es lo que tiene tratar los síntomas y no las enfermedades: sea lo que sea sale por otro lado. Traducción para Sheldon Cooper, que también los hay sociólogos. Las intervenciones en sociedades reflexivas, con una población muy cualificada cognitivamente, tiende a producir efectos no esperados (ni para el PP deseados). En este caso, que la expansión de la alienación política externa incrementa la probabilidad de participación electoral, votando actores políticos novedosos que afirmen querer dar voz a las reclamaciones sociales. Tratar los síntomas (Podemos) y no la etiología (corrupción, prebendas, privilegios, ineptitud, desmantelamiento de la protección social, etc.) desplazará el voto hacia otros objetos políticos (no solo partidos), profundizando la crisis institucional. Ergo. Darle palos al mensajero no responde al mensaje que envía la sociedad.
"Hablare en la tribuna o quizás en los tribunales" declaraban y pensaban los diputados del PP conforme llegan a sede parlamentaria, con la mente puesta en sede judicial. En el PP no hay respuesta. No puede haberla. El CNI sabe la razón. A ellos la inteligencia, al igual que el valor en el Ejército, se le supone. En el PSOE, Sánchez da la impresión de que continua con la misma labor que ocupó a Rubalcaba al marcharse. Ya ha salido del "picado" dónde dejo al aparato Zapatero, y va de vuelo electoral rasante. Que no es poco. Rosa Díez y UPyD, en cierto modo, recuerda esos poster de gatos cogidos a una cuerda con el lema "Hang in there, Baby!". IU, recita como un mantra a Shakespeare. La rosa es una rosa aunque se cambie de nombre. El programa de IU es el programa, aunque el partido que lo propone tenga ahora otro nombre. Y entonces...
Lo interesante: Esto es Hegel en estado puro. Toda la energía electoral que alimenta Podemos, UPyD, Ciudadanos (y todos los surferos de la "new wave") la suministran el PP y el PSOE con su inacción absoluta. Un ejemplo. A la pregunta sobre el descontrol en los viajes de parlamentarios, Posada responde altivo que son gente responsable y se controlan ellos solos. Por Dios, ¡Que somos Señorías! Le faltó decir, aunque lo decía. Media España lloraba de risa y la otra media reía por no llorar más. ¿Otro rábano por las hojas? Podemos (aparte de otras consideraciones criticas no menos relevantes de liderazgo u organización) es una herramienta que quieren usar muchos ciudadanos para sanear la forma de hacer política. Mal harían los partidos centrando la atención en el partido en sí, pensando que tumbando Podemos suprimen el problema. Lo fundamental, como en los trucos de magia, está en otra parte.
Por eso, Rajoy plantea que el problema de la corrupción es la atención que le prestan los medios de comunicación. Y puestos a poner medios contra la corrupción, le dan a la instrucción de los casos la mitad de tiempo. Los jueces estarán contentos con los medios que les facilitan... Nadie espere medios ni remedios del Gobierno PP: les importa un rábano. Lo suyo son las hojas. O los folios, que con causa se podría decir.
¿La situación electoral? No tiene nada de difícil. No existe. Demasiados españoles indignados con la indignidad que, por terminar también con Guarany, se sienten "Con la brújula herida, navegando mi velero en el humo de un cigarro". Hoy nada es, y todo lleva dentro de sí la potencia de ser. No les cuento la cara que ponen algunos, desde hace dos años, cada vez que presento informe de situación política. En fin... 

miércoles, 10 de diciembre de 2014

OFICIO DE TINIEBLAS



Turquía, Noruega y Ecuador mediante, España ha sido de largo un puñado de noticias. Vista de lejos, la crónica española da pinta de un edredón descosido lleno de parches y remiendos. Pero también hay momentos históricos. Dignos del ABC. Permítanme una pequeña re-visión desde los medios leídos enteros.

Así que te vas unos días de España querida y te cambian el rey sobre la marcha. Y yo mira que lo siento. Cualquier republicano lo puede decir sin sonrojarse: era el mejor rey que desearse pudiera para España y la monarquía universal. El mejor. Y ya podrá contar la historia lo que quiera, seguramente escrita por fascistas anti demócratas. Siempre fue ejemplo de transparencia, de respeto a las leyes humanas, divinas y de la física. Crisol de virtudes y ejemplo para las nuevas generaciones de jóvenes parados o emigrados. Un faro de templanza y, siempre, nuestro pendón mayor.

Fue una abdicación con toda la pompa y boato que la ocasión merecía. Cuarto y mitad de Madrid y media España, lloró. Aquello fue bíblico a lo Rouco. Vamos, un "By the rivers of Babylon". A la otra mitad de los españoles, (menos el cuarto y mitad de Madrid, ya contado), ganas no le faltó. Pero no se enteró dada la prisa con que todo pasaba, y nadie dio tres cuartos al pregonero. Contando, lógicamente, con que la pompa y el boato les advertiría. ¿A quién no le despierta la opinión una gran pompa y boato? Pero en fin, siempre habrá lenguas afiladas. No se puede decir, aunque Posada lo dijese así parcialmente en parte, que todo fue una chapuza. Es relativo. Si lo compara con la política económica del Gobierno, el rescate de la banca, o la reforma laboral, el frenético relevo fue un logro de la previsión, la sensatez y la institucionalidad. Usted dirá que se hizo en cuatro días mal contados. Grave error. Está claro que lo decidieron cronometrado al segundo. 86.400 segundos tiene el día. Luego lo prepararon al menos con 86.398 segundos de anticipación. Y eso contando solamente un día con su noche.

Y hablando de pompa, Rajoy, que como gallego conoce muy mucho de conserveras, sabe de muy buena tinta que ahora la cosa va de conservar el poder que se pueda. Por eso tira de lata y nos da la ídem con que el futuro ya está aquí. Ya estamos fuera. Crecemos. Lo peor ya pasó. Pero a pesar de la brasa que pegan no prende la brasa del optimismo. Cuatro millones y medio de desempleados, y muchos no se quedaran parados para votar. Inconsistente que es la gente. Los estrategas del PP intuyen que el poder es "pompa de jabón". Se hincha y vuela y de repente estalla quedando nada. Digamos, finamente, que el PP está electoralmente en pompa. Con el pompis al aire, vamos. La elección de alcalde por sistema mayoritario es un claro ejemplo de progreso, en ese regreso conservador al paraíso ahora mismo perdido, aunque sea en una fecha futura. Son zombis políticos y lo saben. Eso no quiere decir que no continúen haciendo daño, como demuestran día a día. Y no se despisten. Tenemos ministros a lo "walking dead", como Bañez, Mato o Soria. Pero otros, piense en de Guindos, es más del estilo 28 días después. Corre que se las pela. Por ejemplo, devolviendo préstamo (miles de millones) antes de tiempo para hacerse un hueco en el "hall de la fama" comunitaria y después presidir el Eurogrupo. Esto te hace pensar que la medalla del Congreso (USA) de Aznar nos salió barata. Total un puñado de presuntos millones es poco comparado con lo que nos están costando las medallas de de Guindos.

Tres años ya con un Gobierno a media luz. Con ministros tan deslucidos, Margarita, tan deslucidos como Soria y sus aventuras energéticas. En Canarias parece que le esperan friendo un huevo, pendientes de freírle dos. Otros claramente sin luces, y no hago la lista para que no me llamen sexista, dado que no es paritaria. Y sobre todo, los que ya se han lucido, a lo Wert o más preocupante, los que están en absoluta penumbra. ¿Dónde se calla Ruiz-Gallardón? Y digo se calla. Que las sigue haciendo, seguro que las hace. Y ahí está el peligro real para la democracia. En esa parte del Gobierno para los que esto de gobernar es oficio de tinieblas.

Ahora todo es sorpresa y, ¿qué me dices?, pero mirando fotos antiguas ya se notaba claramente que a Pujol, sus trajes le tiraban claramente de la sisa. Como a Camps, Bárcenas y todos los del mismo percal. Vaya tela.

PUES ESO O VA PARA LARGO



Pocas sorpresas el pasado domingo. Al menos a este lado de las vallas que rodean el Congreso. ¿Que ya las han quitado? Eso es que no lo ha mirado como debe. El Congreso continúa vallado, tanto como Ceuta y Melilla. El fin de semana pasado se reunieron un millón doscientos mil refugiados políticos de la etnia democrática "quenonosrepresentanqueno" e intentaron el primer salto de la valla. Parece que cinco lograron pasar. Es de esperar que sean muchos más los que se concentren para intentar el próximo salto en municipales y autonómicas. Son las consecuencias de ver que "sí se puede". Para Podemos, la gran visibilidad que da la ocasión de las Elecciones Europeas (baja participación) es clave para las elecciones de después. Ahora están, son una referencia y en la posición ideológica correcta para crecer entre los indignados, los desahuciados y los por desahuciar.

El hueco estaba entre IU y PSOE. En realidad no era un vacío. Estaba lleno de voto oscuro a las encuestas y que ahora brilla con la novedad de un partido que dice lavará más blanco. Podían haberse abstenido. Podían haber votado en blanco o nulo. Por poder, votaron Podemos. En realidad la gran promesa de Podemos es "ILP" al poder. Hasta ahora, las Iniciativas Legislativas Populares, como la dación en pago, llegaban al Congreso y terminaban desnaturalizadas, al modo de la famosa colza. Era muy triste ver que las ILP (la voluntad popular) son bichitos tan pequeñitos que si se caen de la mesa del Congreso, se matan.

Me admira escuchar al portavoz Alonso explicando que los españoles no apoyarán a Podemos cuando vean que no son "serios y responsables". No sé en qué estaría pensando. ¿Piensa que los españoles estamos buscando un "novio" como debe ser?¿De esos que impiden la dación en pago, protegen la corrupción de sus colegas hasta el último aliento, se suben a los consejos de las mismas empresas que regularon y hacen todas esas cosas serias y respetables que terminan, si se hacen públicas, vistas para sentencia?

Rosa Diez está muy mosqueada. En su opinión, Podemos tiene muchos puntos en común con Le Pen hija. Ella esperaba el ‘subidón’ de la abstención. PP y PSOE habían apostado en la campaña por el mínimo más alto. La estrategia tradicional por la que los dos mayoritarios esperan mucha abstención, pero estiman que sus suelos están en condiciones competitivas. El PSOE apostaba por el "borrón y cuenta nueva" con castigo al PP, y el PP por la reconocida resistencia de sus electorados, forjados en el antisocialismo de los 90. Por eso asistimos a la no campaña. Pero creció la masa votante y le quitó el titular. Ella que ya se veía la reina de la fiesta de la abstención. Tiene, pero esperaba más, mucho más. El tiempo pasa, la novedad queda fuera de temporada y por más que se esfuerce UPyD en ser la promesa de la regeneración política, ya esta retratada entre PSOE y PP. En ese espacio, Ciudadanos y otros le pelean el oxigeno electoral. La edad, a los partidos, les saca arrugas ideológicas y electorales. Como a todos.

Esta ocasión me deja perplejo en lo conceptual. Viendo mítines por la televisión, parece que son maquetas de sus hermanos mayores, en las plazas de toros. Y ya no sé. ¿Dónde la espalda pierde su honesto nombre? ¿Dónde un honesto mitin se convierte en espalda y pierde su nombre? ¿Para qué pedir ir a votar, dando gritos, a los cinco que ya se molestaron en hacer corrillo, y que seguro, seguro que irán? ¿Es para dar excusa y "corte" en el telediario? ¿Es un mitin o un plató? Pues si es un plató, no le llamen amor. Llámenle sexo. Es en lo que queda la erótica del poder cuando es una cuestión de técnica y no de emoción.

Ahí está el quid de la cuestión. Los líderes del PP y del PSOE invocan mediante ritos sin significado, a dioses y espíritus que hace tiempo ya no acuden. Les pasa exactamente lo mismo que a la iglesia católica en España. A los partidos mayoritarios y a la iglesia les queda el rito, la institución, el poder y los recursos económicos. Pero hace tiempo que olvidaron las almas. ¿Recuerdan el mitin del campus de Moncloa en 1982? ¿La Puerta del Sol en Madrid 2011? Es la clave de Podemos. Promete devolver a los españoles y a las instituciones el espíritu de la democracia. Comparando con las reacciones sociales fascistas que se extienden por Europa, la amenaza española de más democracia casi es de agradecer.

Al final, gran parte de los problemas políticos que vivimos son producto de un diseño institucional obsoleto. El factor humano siempre será el factor humano, pero al igual que en los aviones, la ingeniería institucional está para eso, para evitar catástrofes. Tan fácil como por norma legal separar a los imputados temporalmente de sus cargos, regular estrictamente la puerta giratoria, limitar aforamientos y amnistías, ampliar los plazos para la prescripción. En definitiva, lo mínimo que pide el sentido común. A menos que seas un político serio y responsable, que diría Alonso.

En el PSOE algunos continúan mareando la perdiz. Insisten en no querer saber. Unos vuelven al rito de las primarias (obligado te veas) mientras otros, como Bono, invoca un caudillo que les lleve a la victoria (obligados los veas). En fin, algún día descubrirán que muchos de sus grandes "saca pecho" han quedado para consumo interno. Un ejemplo. Con todas las limitaciones, con todos los problemas, con todos los obstáculos, con todos los "porronponperos", defender la igualdad de mujeres y hombres está muy bien. Pero para millones es ya el día a día. Es prácticamente lo socialmente deseable. Hay sin embargo toda una parafernalia discursiva, heredada de las promociones internas de Zapatero, dónde quieren hacer políticamente especial lo que ya hace tiempo es socialmente normal. Defender la igualdad es lo básico en un partido de izquierdas. Tan evidente, que no da para presumir. Seguro, seguro, que malinterpretan o no saben a qué me refiero.

En fin, ya se inventarán algo para convencerse de que el problema es "la desafección política de los españoles". Esa misma desafección que llevará "a hombros" hasta la puerta del Congreso a partidos como Podemos. Pueden encargar una encuesta sobre a quién prefieren los desahuciados (potenciales o impotentes) como Ministra de Vivienda, a "Mama ya soy ministra" o Ada Colau. Por ese camino hemos venido. Y por ese camino hay quienes se irán. Se llama Podemos, pero podría haber sido cualquier otro. Promete ser la voz de esos otros españoles que a nada tienen derecho, porque no tienen un partido con un ex diputado dentro (del consejo de administración). Mal harán si solo se fijan en el nombre. Ya lo decía Shakespeare por los labios de Julieta. Lo que importa no es el nombre. Es el espíritu que te lleva. Así, digamos PSOE. ¿Qué aliento te alimenta? Una pregunta tan elemental que no llega a primaria.

NI MÁS NI MENOS



Hay quien piensa que la normalidad es un punto de vista. Nada más lejos de la realidad. La normalidad es una actitud que se llama resignación. Y en esa estamos los europeos del Sur, con una excelente actitud. La semana pasada, en el Congreso de la Asociación Portuguesa de Sociología, se celebraban los cuarenta años del 25 de abril. Reconozcamos que fue un momento Warhol el de usar los fusiles como floreros. Como fueron por delante, y en eso de las revoluciones siempre vamos con retardo, entre charla sobre deterioro social y alienación, pregunté qué sonaba en el horizonte. ¿Volvería Grandola Vila Morena al Hit Parade o no se la esperaba en el Top Ten? Por lo que me llegaron a contar, clavelitos está mejor colocada y para floreros ya hay opciones. Lo mismito que en España, les observe. Entre tunos y tunantes sonando, estamos de lo más normal.

Era algo que estaba en el guión, pero en el siguiente capítulo. Reconozco que lo sabía pero no lo esperaba. No lo pensamos. Martin Niemöller lo dijo a lo Brecht. La dualización, tan mencionada, tan documentada, cada vez más evidente y real, escondía una verdad terrible. El dejar caer, el justificar, el no importar. El tomar partido por la supervivencia de clase. La normalidad que todo lo ocupa hasta desalojarte, como en La Casa Tomada, de Julio Cortazar. Un rector amenaza a los estudiantes que bloquearon los accesos en una huelga. Un día. No hubo contenedores quemados, ni persecuciones, ni heridos, ni calles cortadas... Nada. Solamente protestar por la subida de tasas, el recorte de las becas, el deterioro real y abrumador de la educación pública, la expulsión social de tantos jóvenes sin futuro y ya sin presente. Amenaza en la prensa con sanciones económicas por alterar la normalidad académica e impedir que aquellos que querían estudiar no pudiesen hacerlo. Ya avisan de cambios normativos para que los que protestan sepan a qué atenerse... En una universidad, pública, maltratada y ninguneada por el poder de derechas como pocas otras. La normalidad será, aunque sea para los últimos que queden ensimismados.

Exactamente el mismo reflejo en el espejo oscuro de la política sancionadora de la derecha más claustrofóbica. En ese momento, ya lo vi venir todo por la calle del futuro: los desahuciados se endeudaron ellos solitos, los estudiantes malos, con malas calificaciones, no deben estar en la universidad. Seguro que son vagos y mala gente, de los que miran mal y visten peor. Los salarios basura es lo que hay. Los que protestan son delincuentes y alborotadores. Los inmigrantes que no puedan pagar médico, pues ya saben dónde está la frontera. Y da igual si es entre la vida y la muerte o la que te lleva al "duty free". Todo cada vez más normal. Tantas cosas de la democracia, la de verdad, se han arrojado al trastero, como trapos viejos junto a las viejas argumentaciones: Los republicanos antipatriotas y los federalistas antiespañoles. Es un ejemplo. Lo que sucede es que, a este paso, los muebles de la democracia, al completo, puede terminar en el trastero. Eso sí. Tendremos las instituciones de la democracia limpias y brillantes. A punto de revista de la Comisión Europea, el FMI o nuestro amigo americano, venga solo o acompañado. Serán como ese "salón-comedor" que existe en tantas casas, donde nadie come ni nada habita. Solamente las mejores fotos, los muebles más brillantes, el decoro más absoluto.

La campaña ya está aquí y si despierta en el ciudadano medio la misma nausea que me provoca a mí, volverán las golondrinas en el blanco sus votos a colgar. Al menos no irá en beneficio de los partidos de oportunidad, que se crecen aún más en las ausencias. Pero el desfile de candidatos de siempre, con los argumentos y las urgencias de siempre... la misma historia, mal contada y cada vez peor representada. Todo es tan extrañamente normal. Hay quien piensa que la normalidad es un punto de vista. Nada más lejos de la realidad. La normalidad es una actitud que se llama resignación.

CHI VIVRÀ VEDRÀ



Adolfo Suárez por fin descansa. Fue un político que hizo mucho más de lo que se esperaba de él, y de ahí su grandeza. No todo fue bueno. No todo fue perfecto. Pero, como Sinatra cantó, hizo lo que tenía que hacer y lo hizo a su manera: haciendo democracia al negociar. En ese periodo democrático a media luz, qué terminó en 1982, la política de Suárez estuvo más tangente que nunca de la práctica en las mejores democracias: las democracias consensuales. Esa autenticidad brilla más, dado que después casi desapareció en la política española. Llegaron décadas con alguna borrachera de carisma y políticos de resaca navegando bajo banderas de conveniencia. Mucho de comedia, esperpento y exageración. Suárez es el sentimiento trágico de la vida. Dio pasos contados, pero muy rápidos y largos. El destino, eso que no existe, evitó que la vida pública ajase su brillo. Parafraseando la película de Nicholas Ray (Knock on any door), "Vivió rápido, murió políticamente joven y nos ha dejado un precioso recuerdo". Suárez por fin descansa, y ahora estamos más solos que nunca, rodeados de fantasmas.

La tradicional desconfianza de los políticos hacia los españoles es cada vez más aguda. Los españoles, sus necesidades y exigencias molestan. Las razones de Estado, la alta política, los intereses del país, son metáforas que esconden una realidad tan mezquina que duele. La desafección de los políticos por la política es cada vez más intensa. Su máxima aspiración son las mayorías absolutas: un estado perfecto de no-política. La política es negociación, buscando el punto medio que da el equilibrio. Tenemos unos políticos que desconfían de los ciudadanos, y que aspiran a "pequeñas dictaduras" de cuatro años. Ahora vivimos el último ejemplo.

Lo de Rajoy y su Gobierno es peor que la peor pesadilla que imaginarse pudiera. Nadie en su sano juicio hubiese pensado ese regreso de Dios, la Patria y tantos otros valores de destrucción masiva. Todos juntos, campando bajo la mirada de un Rajoy del que sabemos por qué calla. Está muchísimo más guapo, electoralmente, callado. Las protestas se etiquetan desde el principio con verbo franquista: grupúsculos (curiosa palabra que daría para una tesis) violentos o jóvenes con antecedentes (los ficharon en la anterior manifestación). Y, evidentemente, van a más, conforme la crisis continúa y la respuesta de la derecha es amordazar a quien protesta. Lo de siempre y que ya vivimos: la policía (trabajadores públicos al fin y al cabo) y los jóvenes se parten la cara y la cabeza en las calles. Hay un paralelismo curioso entre esos policías cuyos mandos dejaron solos y rodeados, y los jóvenes que les rodeaban, a los que también han dejado solos y abandonados en las cunetas de tantas carreras.

Y en este mundo dónde la seguridad levanta banderas y barricadas se culmina una fase. En lo que las tendencias mundiales apuntan, una de las principales tensiones políticas son el nacionalismo y el localismo. Es una fuerza motriz que corta en blando: trasversal a las clases sociales, con empresarios y obreros de la mano. Superada la cleavage principal, que es la dominación socioeconómica, la lucha identitaria campa por doquier. Además, tiene su aquel progresista y romántico. ¿Quién no quiere ser un Lord Byron con faldita corta, luchando por la independencia de Grecia? Bueno, yo no. Pero para mí, si fuera nacionalista, sería el no va más. Es una de las ventajas de ser nacionalista: siempre tienen a mano ropas muy exóticas y bordadas, aunque debemos reconocer que no siempre sientan bien. Todo hay que decirlo. Y así en Escocia, el Véneto, Cataluña y todo lo que vendrá. Es maravilloso este capitalismo financiero transnacionalizado que, por si acaso, no le vienen mal Estados cada vez más pequeños, fragmentados y excluyentes. Balcanizar el mundo. Justo lo contrario de Orwell (con los grandes bloques inspirados en la época). Parece una pesadilla de la historia: ¿avanzaremos hacia un capitalismo internacional con una expresión política feudal?

Ucrania es el punto de inflexión. Pero, antes, permítanme que estire un poco las neuronas. Yo me preguntaba (a lo Burning), qué hacen algunos países postcomunistas en un sitio como este, en la Unión Europea. Muchos de ellos son anocracias dominadas por élites económicas, con inestabilidad, corrupción y tensiones antidemocráticas continuas. Los datos dicen que, en el mundo, las anocracias han pasado de ser unas veinte a más de cincuenta. Y entrar en la Unión Europea, con lo que nos costó a los del sur. Nos costó la leche en cuotas, como mínimo, y Marín lo sabe. La Unión Europea era sinónimo de club de los demócratas "guais". Algo perfecto para el club de las dictaduras muertas (Grecia, Portugal y España). Por eso, todos estos países post, ingresando a las bravas, sin reconocer el acervo europeo y tomándose el medioambiente a chicota y muchas cosas más...

En su momento, ingenuamente pensé que era una cuestión de mercados. También una cuestión de potencia europea. En algún documento de los 90 se preguntaban, ¿dónde termina la Unión Europea? ¿Es un concepto geográfico o político? ¿Acaso Israel no está ya en Eurovisión? Había quien proponía que una cosa era la Europa geográfica y otra la Unión Europea dónde no se ponía el sol. Podíamos crecer hasta más allá. Mientras nos dejaran...

Desde el punto de vista de la Federación Rusa, las incorporaciones masivas a la Unión Europea fueron realmente anexiones en caliente con cobertura demócrata. Su efecto, cercar y limitar el área de influencia rusa. Ahora en Crimea le han tocado los bemoles. Ya veían venir la anexión de facto, mediante acuerdos comerciales, políticos y de esas cosas. Y para anexionártela tú, me la quedo yo. Sobre todo estando los barcos en el agua. Las ampliaciones de la Unión Europea hacia los post no eran solamente apoyo a las democratizaciones. Era geopolítica pura y dura. Y en esa lógica global, la propia Unión Europea paga las consecuencias. La fragilidad del sistema político es muy elevada (en Bulgaria, Rumanía, Hungría, etc.). Su peso en el Gobierno de la Unión Europea relevante (¿Recuerdan los episodios con los hermanos polacos?) Las barreras a la movilidad intraeuropea (la joya de la corona de la Unión) se excusan en búlgaros y rumanos. Ahora que ya pagamos las consecuencias, solamente quedan las incorporaciones precipitadas de los Estados balcánicos. No sea que les dé por pedir asilo en Rusia...