jueves, 10 de agosto de 2017

Vamos a la playa


En Baleares han pensado “numerus clausus” para los turistas que quieran ociar por allí. El ínclito Hernando (Rafael) se cachondea preguntando si van a poner cancelas o vallas para que no entren de más. Y toca oído al parche, que a veces cuando el rio suena entre tanta sequía es que algún tonto está orinando. Incluso por el órgano que no debería. De las vallas ya sabe, por la experiencia de El Tarajal en Ceuta, que la cosa no funciona. Como los turistas se empecinen, terminan saltando, nadando o metiéndose en los motores de los camiones para llegar a la tumbona o el chiringuito playero. Veremos pateras de turistas llegar a la playa y tumbarse rápidamente a tomar el sol. Por eso, tras el reconocimiento público de Hernando (Rafael), en Ceuta hay un mundo nuevo. Las vallas anti inmigrantes son vulnerables a la Kriptonita turista. Lo reconoce el PP y por eso es santa opinión. Así que todos los desesperados a una en la frontera. Solamente recuerden el santo y seña “soy turista y vengo ya con el bañador puesto”.  

De Hernando decía una política de Podemos que era una persona afable en las distancias cortas. Querida Podemita, recuerda que debes diferenciar entre lo personal y lo profesional. La mayoría de los políticos a nivel Congreso son afables y educados. Han pasado el filtro de mil zalamerías (toma y daca) y saben del poder de la amabilidad. La buena actitud y simpatía abre más puertas que las patadas en ella. Ahora no dudes. Cuando por lo profesional le pidan al afable (este u otra) que te insulte, desprestigie, humille, mienta, falsee la realidad o cualquier otra maña de comunicación política, le faltara tiempo para estar al quite y a la quita (de afabilidad). Estamos perdidos con estos y estas encontradas afabilidades y cariños. Ahora resulta que los comunistas no tienen rabo y cuernos.

Rajoy sigue como el tonto con la tiza. Dale que dale con el sentido común y la sensatez. El problema está en que esos son medios y no fines. Pero él mezcla medios y fines, de tal modo que la única sensatez es aceptar sus fines (de derechas y conservadora). Pide la renuncia y sumisión sensata, proponiendo que es insensato no ir donde nos quiere llevar y como nos quiere llevar. En esa sensatez insensata estamos como propuesta política.

En Castilla La Mancha, García Page (conocido fan de Podemos y Sanchista de toda la vida, consideremos una mosca de la fruta) mete en el gobierno a los Podemitas. Recuerdo al CDS de Madrid y su hundimiento tras la alcaldía de Sahagún, pacto con el PP mediante. Demasiada visibilidad. El caso contrario igual de peor. En Comunidad Valenciana, Podemos apoya el gobierno desde la invisibilidad. En Cataluña, no te pido que dimitas, pero convoca una asamblea. ¿Cómo han podido joderla tan rápido y tan eficazmente? Usted dirá, en las encuestas parece que resisten. Ya, pero me refiero a la realidad de la buena. Ciudadanos, pues eso: maravilla de mujer, del barrio de santa cruz eres un rojo clavel…




sábado, 5 de agosto de 2017

De cajón


Pues eso. Todo según lo previsto. El PSOE vuelve a su lugar tras la calentura de los mamporreros, empeñados en la reproducción del socialista domesticado. El CIS viene a contar con números lo que ya estaba cantado con sentido común. Que el lugar del PSOE se despacha con el corazón. Tras comprobar los datos, marcho raudo a descojonarme con la columna de I. Varela en El Confidencial. Lo de este es de oeste. Una mezcla curiosa entre experiencia y capacidad analítica con el pistolerismo de ser y querer ser consejero Black en Caja Madrid (Uno de esos escasos lugares que da pena abandonar, escribía), diputado por la cuota felipista/rubalcabista en época zapaterista, y el oído de ranchera con el volver y volver al escaño otra vez. En episodios anteriores se despachó contra Sánchez (grande desastre oteaba en el horizonte electoral, tras abrirle las entrañas con la excusa de leer el futuro), o contra J.F. Tezanos, por ejemplo, (con la excusa de producir papel para ir al excusado). Ahora, Varela, traga quina y Quino, y tras reconocer el número (es decir, la falsedad de su numerito de ocasión) sentencia varias veces que el PSOE crece, pero que eso está por confirmar, que ya se verá, y tralari tralara. En fin, que risa para unos y que drama para la economía de otros.
Es de cajón. PSOE sube, PP se estanca y retrocede, Podemos y Cia va de regreso a cocheras, con paradas en mil barrios y Ciudadanos, el partido sin sombra, se tienta las urnas. Todo normal, en espera de algún anormal que invente algo y menee el tablero, meneándosela de no te menees.