sábado, 29 de septiembre de 2012

La vie in rouge


De repente se encuentra abrazando a un extraño y no es una canción de Sinatra. La final con Italia nos volvió cuadrúpedos por dos días. Es realmente emocionante. Ya tenemos algo de lo que podemos “fardar”. Aunque en realidad, gracias a la actividad sonrojante del Gobierno, sea más una “minifarda” que otra cosa. Y nos devuelve a la esencia, Manolo Escobar y los toros. No me gusta que al Consejo de Ministros te pongas la “minifarda”. De poco sirve. Son cortitos de democracia y con lo que recortan, más que falda será cinturón. En este mundo desquiciado cantamos “que viva España”, canción compuesta por unos belgas de la época de Balduino con Fabiola, Albano con Romina y Franco con Carmen Polo. Por cierto, gran éxito en Alemania, tanto la canción como el coche del pueblo. Pero en fin, la alegría ha sido reina por dos días. No da para más.
Los físicos están a vueltas con la antimateria. Los científicos sociales estamos revueltos con la antipolítica como fundamento de la democracia. Ya lo dijimos: cuánto oximorón. Guindos dice que crecemos negativamente. ¿Decrecemos? Nunca. Avanzamos sobre nuestra retaguardia. Un alma cándida y candidata socialista en su ocasión, pide que si el PSOE dejó de ser de izquierdas que se lo diga, ‘please’. ¿Está el enemigo? Que se ponga. De vez en cuando aparece algún emulador de Gila. Al mensaje le llegará todo tipo de acuse, menos el de recibo. Que cara y cruz.

Un hijo de la Gran Bretaña vuelve a meter el remo. No para alejarse remando, que también quisieran referéndum mediante. Para ir pateando caras griegas y demás. En Gran Bretaña cada vez es más evidente que han dejado marchar el barco europeo. ¿Volverán? Nunca estuvieron. Ahora solo buscan socios para mantenerlo varado en las playas del “ni fu ni fa”. 

Vienen tiempos difíciles, empeorados por el hombre del tiempo. El ínclito Wert sentencia: “una selectividad donde aprueban casi todos no es selectividad”. Aún no sé cómo llega a esa conclusión. Un Gobierno donde cualquiera puede ser ministro tampoco es un Gobierno. Y así le llamamos después de recibir la llamada de la selva. Calidad predico… Lo mejor para el ahorro es dejar solamente dos ministros: Montoro y Guindos. Todos los demás son unos mandados que bailan por el cargo mientras se cargan España por encargo. Te hacen sentir vergüenza ajena verles tan ajenos a la vergüenza. En fin, en tres semanas hablaremos del Gobierno.

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