viernes, 22 de septiembre de 2023

Ser ya solo lo que se fue

 

La sombra del pasado es alargada y, paradójicamente, lo ilumina. Si Felipe González y Alfonso Guerra fueron realmente como son y no como parecían, todo lo que aconteció no fue imposición y sí vocación. Enjaular la Constitución de 1978 con los barrotes de una  administración del estado franquista no fue un error forzado. Formaba parte de una concepción de la democracia como aval del poder político y no como expresión de la soberanía popular. En ese contexto, la amnistía de los criminales franquistas no era la expresión de una reconciliación nacional (a nadie se preguntó) y sí la urgencia de algunos por encontrar acomodo en la estructura política primero y en la económica después. Y cosas que nunca creí del pasado ahora las veo nítidas.

Y es cuestión generacional e ideológica. Hay quienes solo piensan en el ejercicio del poder. Así, cuando FG y otros mantiene que debe gobernar el que más votos obtenga (da igual por cuanto) ignoran y ocultan lo fundamental: que esto no va de quién gobierna (la persona) sino lo que quiere hacer con el gobierno (qué políticas). Al parecer, un partido que defiende y promueve políticas progresistas (ley de eutanasia, igualdad de género, lucha contra la desigualdad y la pobreza infantil, incremento del salario mínimo, límites  al abuso de las élites económicas y eclesiales…) todas ellas protestadas o recurridas por el PP o Vox, debe ceder a la demolición de lo logrado. Rajoy presumía que la ley de memoria histórica la anuló al dejarla sin presupuesto y paralizó la ayuda a la dependencia. En definitiva, deshizo el camino andado. ¿Propone entonces un socialista que se les otorgue a la derecha y la extrema derecha el poder para hacer sus cosas de derechas?

Y eso es lo curioso y lo que revela esta reflexión. Al parecer el españolismo extremo (ultra) con raíces en la idea franquista de España es mejor que los nacionalismos que también forman parte intrínseca e histórica de España. Por decirlo en plata: prefiere FG y AG que el PP gobierne con Vox. Un gobierno de quienes proponen ilegalizar partidos democráticos, la devolución de competencias autonómicas al estado, poner en valor la idiosincrasia torera, desproteger a la mujer frente a la violencia de género o reducir a “mariconas y tortilleras” la leyes de libertad sexual. Que amenaza con respuestas militares a las demandas de los nacionalistas y cuya mayor expresión de negociación democrática es la violencia y la represión. Con tan poco respeto al espíritu y la letra de la constitución española que mantiene secuestrado al CGPJ durante lustros. Por dejarlo fácil, permitir que gobierne el más votado para que nombren a Hermann Leopoldo Tertsch y del Valle de Lersundi como ministro de cultura. De eso va lo que piden. De nostalgia del franquismo y la impronta de su idea de España.

Todo el pasado cuadra observando la cuadra. Estaban a lo que estaban y con aquello todo se explica. En la práctica, FG y AG son un eco ideológico de Fraga y después Aznar. Piensan y pensaban la misma España. Así, se alegra FG de que en España haya minorías políticas en vías de extinción. Si fuese verdad, lo sería por acción política de aquel a quien critican y precisamente haciendo la política que cuestionan.

En otro orden de cosas me sorprendió, y lo reconozco, que AG conservara tanto pelo a su edad. No solo propio, también de la dehesa. Al parecer le gustan las mujeres y mucho, no crean que es marica. Menudo varón, donde le pongan una mujer que le quiten la merienda. Tiene claro que un hombre y una mujer nunca podrán ser iguales. Evidente para los que les gustan las mujeres. Cualquier macho sabe que a las mujeres se les mete mano y a los hombres ni se le pasa por la cabeza. Además las mujeres son taimadas y ladinas mientras que los hombres bragueteros. Y en el presente ya entiendo tantas cosas pasadas. Allí coincidieron Rosa Conde (directora del CIS con FG) y Pilar del Castillo (presidenta del CIS con Aznar), habiendo sido la segunda consejera técnica de la primera. En Madrid, allí donde se cruzan los caminos.

(Flash back) Tras la huelga general convocada por Nicolas Redondo (el de verdad y no la sombra de su nombre) se encontraba la verdad. Cuando Felipe González y Alfonso Guerra le rompe las piernas a la expresión obrera del PSOE, la UGT, se quedaron a solas con las etiquetas de “socialista” y “español”. Un tipo de socialismo muy peculiar, garante de las fortunas obtenidas por los oligarcas franquistas bajo el protectorado de la dictadura y, cómo no, de la cobertura marmolea de Franco. Un socialismo español, catolizado y tímido, capaz de mantener un salario mínimo de miseria durante décadas. Sin más. O evitar suprimir el servicio militar que al parecer era imposible suprimir.

Ya lo dejé ahí en la última entrega. La batalla cultural de la derecha es en defensa de los valores del franquismo y la dictadura. Contra la idea de abrir el melón de las injusticias que “cerró” la transición o el olvido de la laicidad del Estado. Como gritaba Ayuso espantada ¡quieren un estado laico! A ella se puede unir sin problema alguno quienes se consideran socialistas porque tienen un carnet que lo dice. Aunque ha besado más anillos curiles que polvo tienen los de Saturno. En algún momento habrá que recopilar todos los recursos ante el TC del PP y Vox para saber a qué España desean volver. Allí, se encontraran ideológicamente cómodos, como ha sucedido con FG y AG. Cuando se miran entre ellos, en el otro se encuentran a sí mismos. Al fin y al cabo, son las dos tapas del mismo libro. Quiero decir memorias. Por cierto, enhorabuena al autor de tomo y lomo.

viernes, 18 de agosto de 2023

Más de lo mismo por los mismos

 El mismo día de las votaciones para constituir las mesas del Congreso alguien, espontáneamente y en un arranque de civismo irrefrenable, decide filtrar los sobresueldos de Feijoo. Importa menos el sobresueldo (que como las meigas se sospecha que existir existe) que la filtración. Y la clave está en si Feijoo sabía de la operación “Vox sin silla o no lo sabía”. De no saberlo, ya sabe que está políticamente difunto. Feijoo siempre fue herramienta para el asesinato político de Casado. Nunca fue la mano ni la auténtica pretensión. No llegó ni a la categoría de sicario del clan de “los ultracatólicos madrileños”, aunque se asegurara de pasar caja antes de meter a Casado en la caja.

Escucho mucho comentario “fermentado” en la lógica de derecha. Así por ejemplo, el PP tiene un gran poder territorial (Ayuso, Bonilla, el de Galicia que sí conocía al que Feijoo desconocía, Guardiola la tragadora de sapos…) y que eso es una ventaja para la oposición. Totalmente de acuerdo: para la oposición a Feijoo desde dentro del PP. Feijoo está tan solo como estuvo Casado en el pasado. Aun no será, hay tiempo para que caliente en banda lo que vendrá, pero está más quemado que las fallas del siglo pasado. Solo tenía este tren y lo perdió, entre otros motivos por el fuego demoscópico amigo que convirtió la predicción en una subasta al alza, peleando por quienes daban más al PP. Y ya le digo que le dieron… antes y después.

El tiempo, siempre el tiempo. Muchos comentaristas olvidan el tiempo. Las autonómicas y municipales fueron anteriores a las generales, con un PP muy sobrado de estimación y pecho hinchado. Lo de después fue después. Por cierto, ¿Qué talento equiparó los resultados de unas autonómicas y locales a unas elecciones generales? Si es el abc electoral que cada elección tiene su propio campo de juego.

Vox no es Ciudadanos. Por supuesto que el PP recupera parte de su electorado, como ya ha hecho con aquel que se fue a Ciudadanos. Pero en este caso Vox se supone que sabe que en el PP  van a por ellos, mientras que en Ciudadanos actuaban como si el PSOE fuese el enemigo sin vigilar su costado. Y aquí llega la paradoja y la pregunta ¿Cuánto tiempo tardará Vox en darse cuenta de que el gobernar junto al PP le desgasta y desangra? ¿Qué no es posible, como Feijoo demostró, “sorber y soplar” la derechita cobarde? Castilla y León primero y en general después, Vox declina por sus pactos con el PP que le debilitan mientras al otro fortalece. Es difícil ser gobierno y oposición a la vez de los socios de gobierno, como ya quedó demostrado en otro lado del campo político.

Si los dos actúan como ultras radicales y gobiernan juntos ¿Qué diferencia a Vox del PP? Vicepresidencias tuvo Ciudadanos a manta y así terminaron en el “top manta”. No me quejare de la debilidad de Vox; lo lamentable es que el PP es políticamente Vox. Si el PP habla como Vox, propone y apoya lo de Vox, es tan ultra como Vox, gobierna con Vox, cuenta gratis con Vox ¿para qué Vox? El ideal del PP es volver a encerrar en despachos oficiales a los ultras de Vox, una vez reabsorbidos en el PP.

Y en estas, el más interesado en un gobierno del PSOE y Sumar es Vox. Vox está en una posición de debilidad estructural que procede de la trampa de los gobiernos autonómicos: debían estar, hermanos por fin llegó la cosecha de cargos, pero en ese estar se cargan su razón de ser. Su línea de flotación frente a su hundimiento por obsolescencia programada por el PP pasa, otra paradoja, por cuatro años de gobierno progresista que le permitan poner proa contra tirios y troyanos. También pueden, y no debe ser tan malo si de allí vienen, pactar mejor que Ciudadanos la rendición orgánica y volver a antiguos cargos sin cargas, que eso mejora la calidad de vida. Esperanza Aguirre y Abascal pueden hablarlo, digo yo que ya saben de qué.

jueves, 15 de septiembre de 2022

La "jopeta" nacional


El tiempo pasa y nos vamos haciendo viejos; el consuelo es que a los que practicamos el culto a la ciencia y la racionalidad nos queda la confirmación de que más sabe el diablo por viejo que por diablo. No hace falta ser malvado para saber, aunque en algunos foros el saber sea intrínsecamente nefando. Así, con el paso del tiempo, cada vez es más frecuente la sensación del “esto ya lo he visto antes”. Por ejemplo, el nudo desnudo de los intereses entre los oligopolios, el poder financiero y la clase política conservadora.

Para algunos todo es mercado y en esa “libre concurrencia” la visibilidad no es bienvenida. De hecho, la invisibilidad es la clave del capitalismo. Ya conocíamos la mano invisible del mercado energético y financiero (en 2013 se multó con 1700 millones a varios bancos, siendo lo más interesante que la Comisión Europea no explicó cómo manipulaban el euríbor o el Eonia, ni siquiera si existía un mercado real) que hacía felices a tan pocos con tanto. Y es una cuestión central: como en el capitalismo liberal no está claro si existe un mercado real de energía, financiero, materias primas, productos alimenticios.

Una economía de mercado sin mercado real es una coartada, nada más. ¿Qué sucede desde que el agricultor vende hasta el precio del supermercado? Opacidad. Por eso la mano invisible que maneja los mercados desea ser invisible. Igual lo piensan las élites económicas de lo que consideran el mercado político; la cosa va de entretejer intereses con hilos invisibles. Lo decía Samuelson en su manual de todos conocido, comprar es como votar y viceversa. ¿Y qué votos se compran en una democracia parlamentaria? Ciertamente cuando se ven los hilos el teatro de marionetas pierde su magia. Pero también se vuelve más explicito y peligroso si se enredan los intereses. Oído Kitchen.

Por ser un humano fungible de la sección de perecederos no puedo hablar con certeza de la historia con mayúsculas, “porompompero” entre historias e historietas sí que podemos curiosear tanto usted como yo. Y ya están aquí otra vez como en prepandemia. No hay manera. Volverán los oscuros argumentos de los periódicos sus columnas a colgar y otra vez con sus plumas en los pedestales todo lo tintarán. Así, a lo Nostradamus.

En la repetición de lo mismo está la identidad y ya no es la cuestión del ser un mismo guion o la misma piedra; es que algunas identidades para parecer ser mantienen una relación complicada con la realidad del ser, requiriendo continuamente del pulido de la especulación numérica. Parece hegeliano y no lo es. 

En ese ¿y tú de quién eres? lo de Cantó da un cante que recuerda el “nomen est omen” de Plauto. Pero, ¿quién puede resistirse a su destino? Fue famoso por siete vidas y ya lleva cuatro ideologías. Le quedan tres caídas del burro. Tres como las muertes seriadas: Isabel II, Marías y Godard. Es la famosa ‘Celebrity Death Rule of Threes’ que comenzó en 1959, precisamente con tres dedicados al canto: Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper.  Los de a pie morimos solos en pandilla, los famosos de tres en tres. “Tras tras”, malamente que diría Rosalía. Y en ese tris-tras tuvimos debate y ¿qué fue lo que pasó?

Pues que es muy peligroso coger al toro por los cuernos y los libros por su título. Y allí estaba Feijóo de crítica literaria afirmando que citar a un nobel no puede ofender a nadie. No puede estarse más de acuerdo en que no puede ofender a nadie, pero sí puede ofender a alguien. Menudo lio propio del café Gijón. Pero bien está hablar de libros aun cuando sea para tomar la portada y mandar al rábano las hojas. Ya en ello, Great Expectations es una novela de Charles Dickens y, por su título (no por argumento, pero pido el comodín Feijóo), la crónica del Partido Popular (Pip) en los últimos meses. Hemos pasado del ¿quién es ese hombre? al ¿qué dice ese hombre? Es lo que tiene tanto autotune mediático. Te prometen a Pavarotti y con voz natural suena Julio Iglesias con las ideas del Tío Gilito. En fin, eso es todo amigos.

miércoles, 22 de septiembre de 2021

"Aveces"

Que quieren que les diga: es mi debilidad. No teniendo adicciones a drogas legales o ilegales, como son el vino, la cocaína, el tabaco, el poder o el amor, mi vicio secreto es el “Aveces”. Es tan tan que logra torrentes de adrenalina por mi venas. El maniqueísmo de sus titulares, la falsedad de sus enunciados, la tergiversación de los contenidos, todo ello tan evidente y manifiesto que me permite considerarme a mí mismo inteligente y perspicaz sin gran esfuerzo ni coste. Como cantaba la filosofa “No cambies, no cambies, no cambies”. De hecho, en la práctica, para ellos cualquier cambio es para mal. El “afirma ahora”, o cualquier otra expresión de cambio siempre es prolegómeno de  descalificación. 

Leo en el “Aveces” que el avance demoscópico imparable del PP se ve frenado, que digo frenado, técnicamente reculado, poniendo en peligro la mayoría demoscópica absoluta con Vox. Lo afirman los institutos demoscópicos independientes (¿Cómo era lo de quien se excusa se acusa?). La razón, la crisis entre Casado y Ayuso. Como diría Musil, cuanto daño hace el “orden narrativo”.

Me informan que un votante del PP en Lucena (Córdoba) lleva noches sin dormir y cuando cae en duermevela grita agitado, “No Ayuso no, con Casado no. No provoques crisis desmotivadoras del voto”. Es bien sabido que el votante andaluz, valenciano, catalán, gallego y demás lares está en un sin vivir por la tensión madrileña. Si es que uno no sabe si descojonarse ahora o dejarlo para después de las elecciones. Pues eso, no da para más: el PP pierde fuelle electoral en España por la mísera crisis de Madrid. Que, si me preguntan, les diré que no les importa ni a los madrileños.

Luego, ¿cuál es la razón real del frenazo, que digo frenazo, recular de las expectativas demoscópicas de voto del PP en las estimaciones de los institutos “independientes” según el “Aveces”? En refrán latino “quien viva lo vera”, pero ya aviso que “estoy sintiendo un no se qué en mi latir”.

viernes, 18 de mayo de 2018

Esta casa será una ruina


Recuerdo una historia que, en mi memoria, atribuyo a Leonardo Sciascia. Esta ya no es lo que quiso ser, por lo que le pido que deje en reserva la autoría.  
El profesor llegaba todos los días de cada año en bicicleta a la facultad. Lluvia, sol, ventoso o nevado, allí llegaba en hora. El acceso de la facultad gozaba de una preciosa escalinata de quince peldaños, que ascendía airosa desde la acera hasta la puerta. Sin embargo, la escalera daba al professore poca fatiga. Día tras día desde el primer día, el conserje bajaba sonriente y saludando al professore cogía en volandas la bicicleta y entre bromas y cortesías, la llevaba hasta el ascensor.
Un día, el cuñado del professore estaba de visita en la ciudad y, como capricho, le dejó su nuevo deportivo rojo para que lo usase mientras en su casa de invitado estuviera. El professore condujo divertido y ufano el deportivo hasta la facultad, aparcó y subió las escaleras feliz y excitado por la experiencia descapotada. Saludando como siempre al conserje, tomó el ascensor.
Al día siguiente, ya de vuelta a la normalidad, el professore llegó como siempre a la facultad en su bicicleta. Esta vez, sorprendente, el conserje no estaba allí para ayudarle simpático con la carga. Por el contrario, observó como le miraba impertérrito desde la puerta. Algo tímido, el professore sintió la necesidad de explicar que el deportivo no era suyo. Que era de su cuñado. Que se lo prestó para dar una vuelta ese día. Nunca más el conserje le volvió a ayudar con la bicicleta.
Pues eso.
También, no sé por qué, vuelve a la mente una canción.  Esta es la letra. Un poema de Carlos Puebla.

SOY DEL PUEBLO

Yo canto porque el presente
no es de pena ni es de llanto,
por eso es que cuando canto,
canto lo que el pueblo siente.
Soy del pueblo,
pueblo soy,
y adonde me lleva el pueblo
voy.
Como cantar es mi oficio
yo canto el esfuerzo duro
de construir el futuro
con alegre sacrificio.
Por el pueblo voy pasando
y oyendo su sentimiento,
lo recojo, y al momento,
se lo devuelvo cantando.
Lo poco que doy lo ofrezco
con alegría y encanto
al pueblo le doy mi canto
porque al pueblo pertenezco.
Con alegría serena
canto lo que el pueblo siente
y canto porque el presente
no es de llanto ni es de pena

Y esta es la música... dedicada al gaditano que se se hace tirabuzones con las bombas que tiran los fanfarrones.

Carlos Puebla Soy del pueblo






viernes, 13 de octubre de 2017

Cleavages reforzadas



Conan Doyle, por labios de su detective Holmes, afirmaba que una vez has descartado todas las respuestas posibles, en lo inverosímil está la solución. El caso Catalán es una trama muy interesante. Son intereses y objetivos anidados, en múltiples terrenos de juego, dónde “el primo” de la partida estaba por localizar.
Pues en mi modesta opinión ya está localizado, y no era por faltas de pistas y señales. El “primo” de esta ocasión se personaliza en Puigdemont. Pero solo por personalizar. El gran primo es la burguesía catalana de derecha conservadora. Verán. Tras el ejercicio culinario de reducir los representantes legítimos de Cataluña a los firmantes de la declaración de independencia, han dejado fuera en el imaginario no solo a los partidos de ámbito estatal. Han dejado fuera de la “legitimidad nacionalista” sobre todo a la derecha y la izquierda moderada (PSC). Los firmantes son los hermanos de izquierda más los primos de PdeCat. Lo interesante es que las respuestas del gobierno van a quemar, sobre todo, a los herederos del Palau.
Las CUP lo están haciendo de lujo. Primero, fuera Mas. Después, todos los demás al cesto de los héroes. Ya se puede ver en el futuro a los jóvenes revolucionarios y nacionalistas clamando en las calles “amnistía y libertad”. En especial, amnistía para los mártires de derechas que representan a la burguesía conservadora. En términos marxistas, el resumen futuro será: la burguesía catalana sirvió de tonto útil para los movimientos revolucionarios anticapitalistas, marchando al martirio y el sacrifico político con los ojos humedecidos de emoción por su servicio a la matria catalana. Mientras tanto, los partidos de izquierdas, promocionando contenidos de ideología anticapitalista envueltos con los de matria catalana, ganaban espacios de discurso público.
El nacionalismo es una coartada. En otras palabras, el mira al pajarito, la capa de invisibilidad, el humo en los ojos. En el fondo, hay un movimiento revolucionario de izquierdas, que con el agua sucia del centralismo tirará también el niño capitalista. Es lo interesante de todo esto. Los desplazamientos estratégicos hacia el reforzamiento de cleavages. El concepto es simple. Los conflictos se intensifican y radicalizan cuando las divisiones sociales se superponen. Ejemplo. Conflicto racial. Si se superpone sobre él un conflicto de clases (ricos-pobres), el primero se intensifica de forma no lineal.
Los bancos y las empresas no huyen solamente, que por sí que sí, ante la incertidumbre que daña balances. Huyen al ver los movimientos de fondo. No es coyuntura. Es una dinámica en movimiento. Y esa dinámica, rebozada en nacionalismo, es realmente revolución. Las pistas son más que abundantes. Entrevistan a una señora por la calle. ¿Ventajas de la independencia? No me podrán echar de casa si no pago, dejaran de explotarnos con el precio de la electricidad, etc. Es genial. Cuando se afirma que en Cataluña el estado vulnera los derechos humanos, no piensan que se torture. Piensan que el capitalismo es inhumano y que la nueva matria será más igualitaria. Sin ser explotada por los españoles y protegida de los abusos del poder financiero.
Lo interesante en la Unión Europea es que no perciben el movimiento de fondo. En ese coctel entre nacionalismo rancio y revolución popular, solamente observan la forma, pero no el fondo. La reacción en Europa sería muy diferente si sobre la mesa estuviese el programa político de las CUP sobre qué hacer con la economía, en lugar de reflexionar sobre los emocionantes anhelos de libertad de un pueblo y su derecho a no respetar el derecho. Urkullu, que es de derechas, sabe que el PNV evitó esa trampa hace tiempo. Pero como a río revuelto ganancias de pescadores, ¿Qué les importa que la burguesía catalana se haga el Harakiri? Vareemos un poco la solidaridad que algo caerá. Y es lo interesante. La dinámica que han creado no solamente refuerza la identidad nacionalista. Refuerza, ole tus huesos, la identidad de clase sobre el argumento de los derechos humanos. Por eso, una espiral de miseria y represión es el escenario ideal que lleva por la vía del nacionalismo a la revolución popular. Cuanto peor mejor. Y ahí se han encontrado con Pablo Iglesias, ya definitivamente más en la revolución que en higienizar y desratizar la política.

miércoles, 11 de octubre de 2017

Va de retro

Me permito republicar un texto de enero del año pasado (2016). Si es que da rabia, tan evidente todo, tan meridiano, que no meridional. Y llegó la segunda jugada.

Jaque mate en tres jugadas

“Joder, joder, joder, joder…”. Permítanme citar a Hugh Grant en “Cuatro bodas y un funeral”. Cataluña mediante, tendremos gobierno del PP con Rajoy a la cabeza. Quizás no para siempre, pero un día más ya es demasiado Rato. El asalto del independentismo catalán, de seguir así como va, achica casi todo el espacio de movimiento a la izquierda, incluyendo Podemos, el PSOE o el recuerdo de IU.
Es así, y poco más queda. Hay temas que acallan todos los demás. Temas con los que el debate, las sutilezas, los razonamientos o los matices desaparecen. Sea la violencia terrorista de ETA, o el asalto a la legalidad de varios actores políticos catalanes.
Parece que aún no lo han visto o no lo quieren ver en Podemos y sus variantes plurinacionales. Pero da igual. El principio de esperanza siempre cede ante el empuje del principio de realidad, cuando del Estado se trata. En otros temas, como el medioambiente, el principio de realidad terminará promocionando al principio esperanza. Pero aquí y ahora no es el caso.
Dependiendo del ritmo catalán, ya no entran elecciones y sí reacciones. Ya lo decíamos hace años, que a Rajoy se le podía aparecer la Moreneta y hacerle de Pilar para este “revival” de Santiago. ¿Serían tan insensatos en el PSOE como para no respaldar las actuaciones del gobierno destinadas a restablecer la legalidad constitucional? Ya le digo yo que, aunque la estupidez no tiene limite, también para algunos barones del PSOE existe un “non plus ultra”.
Escenario más probable al 95%. A la primera que silben en Cataluña, el gobierno Rajoy saltará al ruedo con España y la Constitución por montera. Investidura de Rajoy con la abstención del PSOE y el apoyo inquebrantable de Ciudadanos. Frente constitucional. Crisis de “postureo” y sutilezas en Podemos, con reventón plurinacional. Y así, el PP gobernará mientras quede cuerda. Esa misma cuerda que a unos les vale para colgarse, y a otros para hacer de Tarzán.
Y aquí estamos, subidos en el techo de un coche hundido en mitad del canal (“The Full Monty”). ¿Qué quedó de la ocupación de la Plaza del Sol?¿Qué de sus obvias reivindicaciones?¿Qué de la lucha contra la corrupción rampante, presente en el blasón de tanto partido e institución?¿Qué de la transparencia, las puertas giratorias, la regeneración?¿Son imaginaciones mías o alguna vez en España existieron los derechos sociales y laborales?¿A dónde fueron todos los dolores de la democracia española? Todo apunta a que las esperanzas de remedios y curas democráticas el placebo catalán se las llevó.

Una DUI con DIU


Es el momento de comprobar si la estrategia de Rajoy-Kutuzov es eficaz. El general ruso Kutuzov no se enfrentó a Napoleón y su ejército de las “veinte naciones” en las fronteras de Rusia. Puso en práctica una táctica de “tierras quemadas”, ahora en la versión de “derechos y leyes quemadas”. Dejar avanzar al enemigo, de forma que queme todos sus aprovisionamientos jurídicos. Rajoy-Kutuzov evitan entablar batallas decisivas. Hay quien puede pensar que cometió el desliz del 1 de octubre, pero es dudoso, a pesar del discurso nacionalista, que aquello no fuese más que una simple escaramuza para calibrar las fuerzas policiales de Napoleón.

Cuando Napoleón llegó a Moscú encontró una ciudad en llamas. KRLS-Napoleón llegó a la independencia coincidiendo con la caída de las primeras nevadas empresariales y el frío de la realidad comenzaba a congelar muchos ánimos. Ahora comienzan las auténticas penalidades del ejercito napoleónico, desabastecido de legalidad. El rigor del invierno judicial va a producir muchas y severas bajas en los despachos. Pueden apelar a los derechos humanos y toda la pesca. Pero en la Unión Europea impera el derecho y la ley. Y es justo lo que quemaron a su paso, y con muy malas formas formales, todo sea dicho de repaso. Ya saben: dura lex, sed lex.

Toda la cuestión es un oxímoron que da dolor de cabeza. Desde la CUP dicen que son “independistas internacionalistas”. Es decir, no nacionalistas. Aún no lo entiendo. Pero denme tiempo, que la teoría de la relatividad no la llevo de serie. También dicen que igual toca cambiar el paso. Eso sí que lo entiendo.

La última encuesta que publica el diario Información (creo que el 9 de octubre) confirma lo previsto. Por detrás de los malabares del reparto de escaños (frágil, frágil) las tendencias se marcan cada vez más acentuadas por el postureo con Cataluña. Compromís y Podemos caen.  Eso era de cajón. Subieron de un salto en el calentón de regenerar la política (sin que nadie atendiera a programas o ideologías). Ahora ya, cada vez que abren la boca pierden mil votos. Y claro, la caída de voto a Podemos y Compromís permite a Esquerra Unida pasar barrera y entrar a reparto. En ese panorama de caída de participación, el declive del voto a PSPV y el voto de Ciudadanos queda estable o sube. La duda es el PSPV, que como se le corra el rímel de ojos hacia el nacionalismo, puede hacerle sorpasso un Compromís en caída.     

Para el PP es pronto hacer cuentas. La cuestión catalana borró la corrupción del mapa. Ha sido un reseteo importante del clima político en España. Si Compromís y Podemos insisten en hacerles campaña, el PP regionalista hispánico volverá a ser el partido sencillo, que tomó el tren de la vida. Vamos que “Volverás”.

domingo, 8 de octubre de 2017

Patria jurásica



Por fin lo han logrado. El siglo XXI cambia de palo y se vuelve capicúa. Vamos al XIX de cabeza, no se sabe si por pan o a por tortas. Por toda Europa, en una confusión populista-nacionalista, las tribus claman por el arca perdida. Más que nada para recuperar el contrato que tienen en exclusividad con el más allá. En algunos casos, con mimo y técnicas avanzadas, han insertado los códigos de la modernidad en los ADN recuperados de varios museos etnográficos.  El resultado se encuentra ya a la vista en Alemania, Italia, Austria, Francia o España. Todo lo rancio de lo irracional trasnochado, todos los tóxicos de la razón (patria y religión y futbol y viva la madre que nos pario, sea aquí o en Polonia) juntos y emplatados a la mode, que ya fue demodé tantas veces como memoria tiene la humanidad.
Homo sum, humani nihil a me alienum puto escribió Terencio en el Heautontimorumenos. No está mal escribir que nada humano te es ajeno, en una obra titulada el enemigo de sí mismo. Ya escarbaba en el mismo berenjenal Unamuno, empezando con idéntica citael primer ensayo en “Del sentimiento trágico de la vida”. Allí escribía “El hombre, dicen, es un animal racional. No sé por qué no se haya dicho que es un animal afectivo o sentimental. Y acaso lo que de los demás animales le diferencia sea más el sentimiento que no la razón. Más veces he visto razonar a un gato que no reír o llorar. Acaso llore o ría por dentro, pero por dentro acaso también el cangrejo resuelva ecuaciones de segundo grado”. Woody Allen no lo diría mejor.
Puede que un portaestandarte iracundo y tembloroso de emoción resuelva ecuaciones de segundo grado por dentro y sin lápiz. Y en esa contradicción estamos empanados. La rapidez con que se pasa de bípedo racional a cuadrúpedo irracional, empleando las manos para patear la razón. O una moto.
En fin, vuelven las banderas en su primera versión, que es abanicarse con ellas mientras ondean. El segundo paso es emplearlas de estaca, el tercero como leña para quemar libros y opiniones. El último (como en las sevillanas) para empalar al otro y que entre en razón.
Mientras tanto, estamos en la fase de abanico y fiesta. Ojalá nos quedemos como estamos. ¿Y por aquí que pensamos? Pues en un no sé qué, un qué se yo.  Nos gusta Paco Ibáñez y Georges Brassens. Aunque por paridad de género...