Después
de un período de ritmo político desencajado, para muchos partidos llegado ha el
momento de hacer caja. O dicho en términos menos metonímicos, en la misma
algunos y algunas comenzarán a pasar por caja. Ya no les queda ocasión de
queja, y Ciudadanos se pone en marcha dispuestos al trueque. Saben que hay poco
más que rascar y a Rajoy le tocará apoquinar con cargos visibles e invisibles, para
contentar a la muchachada. Rivera es coqueto y listo. Ya sabe lo que saca para
tanto como destaca y que puestos en otras el PP les hace un roto en la saca. Ni
vetos ni gato de aquella color, que decía Francisco de Rojas. Pues en política
a la contra. Rivera hace un fundido en negro en su discurso pasado y vamos a lo
que vamos resumido en un regenerado ¿Qué hay de lo mío? Cobrando se entiende la
gente y eso Rajoy lo lleva bien aprendido.
Lo
de Podemos es de cajón. Después de encajonar la ilusión del 15M entre gestos
inútiles llenos de significado, no da para más. Bonjour Tristesse a la española
y cambiando géneros. También está en pasar por caja allí donde aún no había
pasado. Mientras el caldero electoral hervía nadie tenía en cuenta la tapadera.
El gobierno es el límite, para qué servirse un primer plato de caldo por hacer
pudiendo llegar en poco el segundo del cocido. Ahora, ay que dolor, ay que
dolor, ay que dolor, la olla se tapó y no hay más puchero que el que está en la
cazuela. En Comunidad Valenciana ya empezó el remover las ciencias del que hay
de lo mío y olvidar el mover conciencias. Raro será que Puig no pague en cargos
el apoyo desde el más allá que hasta ahora le daban. Y usted se preguntará la razón
del apoquine de Puig. Usted no es un caballero señora. Ya le digo yo que
puestos a pagar a escote, pagará el que no lleva.
Lo
de IU ya que no es de ministerio, no discutirá que es un autentico misterio. Si
en el PSOE sus líderes sobreviven de milagro al partido, en IU el partido
sobrevive con dificultad a los suyos y sus ir para venir. Ya les resumo una
autocrítica de las que se hacen entre sí y para sí. ¿Pero vamos o venimos? Ya
sabe que estamos yendo, y en eso al destino venimos. Así, vamos a más aunque venimos
a menos. Aquí hay un problema de traducción del catalán. Se lo digo yo.
Rajoy
espera y negocia en silencio. En los “postureos” se negocia a gritos pero los “pastureos”
se rumian en silencio público y masticar de postre.
Nos
va todo en ello. En esta democracia secuestrada por los líderes y sus
maquinarias partidistas. Sin embargo, no tiene solución. Es lo que ahora corre
por el mundo. Turquía es un claro ejemplo como lo ha sido en España antes (en
su pálida sombra ahora) y tantos sitios. ¿Y si la mayoría (temblores de
piernas) se equivoca? ¿Y si lo que creen no es lo que en realidad es y en esa,
en volandas, nos arrojamos al volcán? Peor aún ¿Y si lo que creen que debe ser lo
es para todos y nos imponen una forma de vivir (Sartori)? Sea religión,
populismo o sistema de producción. Por
ejemplo, el nacionalcatolicismo del mismo Franco. Me permito este popurrí histórico
por ser vuelta a lo mismo. La democracia en manos de las mayorías contiene un
potencial autodestructivo brutal. La democracia participativa, integrando a las
minorías en los procesos decisorios, es la vacuna de la democracia autoinmune
que alumbra el principio del siglo XXI.
El desastre de Niza nos recuerda que la vida cotidiana está
armada de peligro. En algunos países el problema es la licencia de armas. También
lo es una licencia de conducir o de manipular alimentos. Es tan fácil destruir
todo, desaparecer mañana. Vendrán más desastres y ellos lograran su objetivo,
que no es matar, sino lograr hacernos odiar. Encajar en una sinrazón
comunitaria y vengativa. ¿Quiénes son ellos? Los malos, cualquier malo, porque
los malos siempre son los otros. Rajoy ya va delante simplificando el mundo.
Les dejo con dos poemas como pocos de María Elena Walsh. Al final, y mira que lo siento como "relatista", solo sobrevivirá la poesía.
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