jueves, 24 de mayo de 2012

La estrategia retórica del PP



Han rizado el rizo de un modo que eriza la piel del cerebro. Tienen su mérito. En la oposición eran un pleonasmo tras otro. En su sentido más puro. Ahora, en el gobierno emplean de forma repetitiva justo la contraria: el oxímoron. Un oxímoron pleonásticamente encadenado. Los neurolingüístas han demostrado, por ahora, que la figura retórica que más exige cognitivamente es el oxímoron, con su obscura palidez. Esa frase le ha encendido las neuronas como un árbol de navidad. Esto que aquí aparece al principio es, sin embargo, la conclusión de una reflexión que el PP se encarga a diario de documentar. No puede ser azar que todos empleen la misma figura retórica que entorpece la comprensión. Y la despliegan con naturalidad. Quizás porque van tomando forma las contradicciones entre nuestra pasada forma de vida y el futuro que nos preparan. Por ejemplo, tras recalificar media España como suelo urbanizable, descubrimos los ¡huertos urbanos!.  Y así todas las que quiera. Para el gobierno, es una estrategia retórica afortunada para camuflar la realidad. Y también para crearla. De un oxímoron siempre nace un nuevo concepto, una nueva irrealidad. La neolengua de Orwell, de existir, modificaría sin duda la estructura profunda del lenguaje, insertando y sustituyendo en su ADN la comparación (base del razonamiento) por el oxímoron (base de la estupefacción).
La calidad no es cara. Está claro que nuestro exministro de educación Wert (saber que algún día pasará hace que la inteligencia se sienta mejor) compra en LIDL. Que la calidad no es cara lo demuestran las mejores universidades del mundo. En España, tras estar en la cola de la inversión en educación e I+D+I tantos años, no le gusta los resultados. Por eso para mejorar hay que empeorar. Resultará que es leninista de derechas. Todo para garantizar una educación obligatoria universal y censitaria. Reducir profesores, elevar el número de alumnos, subir las tasas, reducir las becas y demás, no afecta a la calidad de la enseñanza. Directa ni indirectamente. ¿Para qué la aclaración?
El notario mayor del reino, nuestro joven encallecido, da fe que la justicia sale fortalecida al no investigar la denuncia contra un juez. Es decir, que una justicia injusta es justamente lo más ajustado. Un fiscal tautológico afirma, para no investigar, que estará bien porque bien parece quien lo pago bien. Pero no se discutían los pagos, sino los cobros. Archivar los cobros por los pagos. Otrosí. El mismo ministro, garantizando justicia para todos, impone tasas que la vetan y tuercen en favor del que más recursos tiene. Existen los recursos por algo. Y se ganan por algo. Es parte del sistema de garantías. Ya no para todos. Solamente los que tengan recursos podrán presentar recursos. Una justicia censitaria es lo que es. Más. Protege la libertad para ser madre prohibiendo a las mujeres la decisión de no serlo. ¿Lo van pillando?

Esperanza Aguirre, que ya no sabe que hacer para seguir en el “candelabro”, además de ser un oxímoron andante (era ministra de Cultura cuando el premio a Sara Mago), como presidenta de una Comunidad Autónoma propone recentralizar el Estado y devolver competencias. Para no incrementar la presión fiscal va a subir las tasas. Y plantea que si el público (es decir, usted y yo) ocupamos las plazas públicas, las estamos privatizando. La privatización pública o Aguirre contra la privatización son oximorones.
El ministro de economía afirma que nos “desaceleramos aceleradamente”. El oxímoron más sobrecogedor es cuando afirman que recortar y reducir el gasto público producirá crecimiento en España. La ministra de empleo sentencia que facilitar el despido es la mejor forma de crear empleo. Interior prohíbe y legisla contra la libertad de expresión para proteger la libertad de expresión. Ahora la escala de ingresos se podrá medir por las libertades que te tomas. Botellón 30.000 euros. Porro callejero 30.000 euros. Capucha para manifestación 30.000 euros. Si haces botellón fumando un porro luciendo una capucha 90.000 euros. Un lujo al alcance de unos pocos. Mejor te pones el botellón por capucha y te fumas la capucha mientras juegas a porras con los porros. Y cruza los dedos. Como des con un madero ilustrado, le sonara eso de que el orden de los factores no debería alterar el producto. 90.000 euros. Llegados a este punto, como la policía estudie combinatoria aplicada al orden público, que abandonen los rebeldes toda esperanza. Se acabó el desorden.

El dinero de los impuestos que pagan y pagaron los desahuciados por los bancos se emplean para salvar a los bancos que los desahuciaron. Eso sí. A Rato, su hombre de ellos, le han echado con cajas destempladas por lo destempladas que estaban las cajas. “Bonus” mediante. En sanidad no se puede decir que el sistema de salud español es de mala calidad. Pero sí que es caro. Claro, con dinero es fácil dar calidad. No como en educación que la calidad no es cara. Educación y sanidad eran dos líneas rojas. Y una por pitos y otra por flautas, allí quedaron. Ergo, si te llaman línea roja ve pensando que te dejan atrás. Han puesto el suelo patrio pringado con tantas líneas rojas que eran intraspasables y ahora sirven para indicar dónde estábamos cuando esto empezó.

Obama, y antes otros, siempre comentan la extrema dureza de las medidas tomadas por el gobierno español contra su pueblo. Rajoy ha demostrado por reducción al absurdo (llevando al límite su aplicación en España) que la doctrina Merkel no funciona. Lo cierto es que había métodos lógicos más razonables para concluir lo mismo. Pero como la educación que recibieron los miembros del gobierno era de mala calidad… Quién te ha visto y quién te ve. Asombra lo que eras. Atendiendo a lo vivido y oído, la conclusión evidente es que el mejor gobierno se hace desde la oposición. Allí es donde siempre tienen las mejores soluciones. Por ello una modesta proposición: que en España se gobierne desde la oposición.

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