jueves, 31 de enero de 2013

Galdós se murió


como bien saben los libreros. Pero los desastres nacionales continúan a ritmo de ambas  Los miras a la cara y como mueven los labios. Y da vergüenza ajena. Ya la auditoria de las cuentas era un chiste sacado de la chistera. Y está claro que todo pinta a últimas verdades en la boca de ese gran tesorero. La Isla del Tesoro estaba en el Golfo de Génova. Y ahora lo sabemos con certeza. Cuando amagó a lo Rubén Darío,  “Pero Jota, te voy a contar un cuento. Éste era un presidente que tenía un palacio de diamantes, una política hecha del día y un rebaño de elefantes, un kiosko de mala-quita, un gran manto de tú más…”. Los elefantes salieron bramando: que lo muestre. Y lo mostró. Ahora es “que lo demuestre”. Y en el kiosko todo es mala quita y así seguirá. No hay desmentido que lo desmienta. Ya vimos como se les cortó el hipo cuando los sobres asomaron la solapa.
Ayer Rajoy pidió un gran pacto contra la corrupción. Del pacto a la componenda hay un pequeñito paso. Y de la componenda al Pacto de Silencio un costado. ¿Estará Rubalcaba y su Soraya tan despistados?. No sé. Solamente espero que no le pidan consejo a la Fundición de Ideas

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