sábado, 23 de enero de 2016

La cámara oculta

Busca Pedro Sánchez la cámara oculta que lo explique todo. ¿Las cosas de Pablo Iglesias no son una broma? Espera sin duda que de algún rincón aparezcan los siete ministros postulantes gritando “!Inocente!, ¡Inocente!”. Por fin el mundo volvería a ser un lugar normal y el teatrito a sus tablas. Cuando ya dejamos de sufrir a Esperanza Aguirre, llega este señor y la duplica en modos y forma. Fue ella la que renunció a ser alcaldesa para intentar echar a Carmena. Y seguro que se lo cree mientras mastica chicle. El chicle, en política, es un complemento esencial para mantener en forma la mordida, al menos en una depredadora de ese calibre. También vale la sonrisa, fortaleciendo el músculo facial, pero es más de depravado que de depreda como es ella. Muy de Prada.
Volviendo a las tribulaciones de Pedro Sánchez en China, el deseo es la peor causa de ceguera. Incluyendo el deseo de sobrevivir políticamente. El líder de Podemos lo puede decir más exótico aún, seguro que puede, pero no de forma más clara: "¿Qué pasa contigo tío? Lo que significa, “cuando crees que me ves cruzo la pared, hago zas y aparezco a tu lado…”. Vamos, que la puñalada que te preparan será al costado, por la izquierda y buscando el corazón. Da un poco de pena este hombre llamado Pedro intentando, parece que de verdad, formar gobierno mientras los demás ya están a por uvas. Solo Ciudadanos quiere bailar, pero no puede por eso de “la luz de la luna”. Ellos son unos ositos hippies a “lo que necesitas es amor”, pero no les da manos para satisfacer a su pareja en su paraje natural (segunda calle a la derecha, popularmente llamada calle mordaza) y no quieren irse con el primero que le hace ojitos de cambio.
Rajoy de investidura, que bien lo hace. Eso de “si hay que ir se va, pero ir para nada es tontería”. Y además peligroso y da mala fama. El tándem Arriola-Mota es pareja ganadora de seguro. Ese “ir para nada” es la continuación natural de “a la saca” y del “tu también te has dado cuenta” señor juez. En este caso, la cosa va de recamara. Y en la recamara está lo evidente: las nuevas elecciones. Mientras tanto pone tiempo por en medio y les enciende las ganas de más a sus votantes, los que son y los que fueron.

Condenados estamos a una izquierda fragmentada, ya sea en versión mansa (PSOE), con toques histriónicos (Iglesias), curiles (Garzón) o del "patio de mi casa es particular" de las izquierdas nacionalistas. El problema de la izquierda es que es demasiado democrática y tiene opciones para todos los gustos y con ello disgustos. Al otro lado del río, una derecha tan sólida como la cobardía de la clase media subjetiva española. Tanto ruido para tan poco. Tanto marchar alucinando en colores (verde, blanca, negra, etc.) para volver al principio: la palabra y solamente palabras.

jueves, 14 de enero de 2016

Dimas, dime y te diré, o el futuro en punto muerto



Mientras en Cataluña estudian cómo hacer una insurrección sin defectos de forma, retomamos la campaña preelectoral. El jaque mate en tres jugadas que daría gobierno al no-dígno de Rajoy depende de las ganas que tengan de jugársela en Cataluña. Y estas son cada vez más menguadas. En ese palabreo revolucionario, incluyendo a Pablo Iglesias y sus clones, se vislumbra un medido cálculo para no ser inhabilitados para el cargo y cargarse su personal calidad de vida. Si no hay movimientos, no hay partida en las bandas.

Iglesias se ocupa del confort ideológico del votante socialista, mientras su castillo de naipes nacionalista se desmorona. Ya lo saben sobrado. En segunda vuelta, a la irrelevancia Ciudadanos y Podemos. El PSOE, depende de ellos si Sánchez está  visto para sentencia. En el PP están babeando de ganas. Vale que sin Rajoy y haciéndose unas “Cifuentes” regeneradoras podrían tocar otra vez mayorías. Pero incluso cargando con el muerto de los meritos de Rajoy y su Santa Compañía sospechan, y sospechan bien, que les irá de perlas.

Estando en espera del postelectoral del CIS, es más que probable que sea una esquina en festivo, es decir lleno de “mea culpa”. Pues en esas estamos. En pospreelectorales. Como dicen en México “no se me adelanten, pero tampoco se me retrasen”. Si preguntan cómo nos comeremos las inminentes elecciones, estoy seguro que responderíamos “en su punto”. Ni pasadas ni poco hechas…

martes, 12 de enero de 2016

A mí que me registren, dijo Carles Puigdemont

Ya estamos en faena. Lo del nuevo presidente que me lo envíen por escrito. Que ya sabemos. Luego las palabras son que a la tarara le gusta el vino. Y como esto viene de molinos de viento verbal, que me lo entreguen certificado y por registro. Es la parte chistosa de todo esto. La independencia quieren que cuele por la ventanilla. ¿Qué sucede si no realizan el trámite administrativo e informan por escrito al rey? Pues que no hay trámite ni presidente en Cataluña. Lo de los revolucionarios con respeto administrativo es que da para hacer un “Ozores”. ¿No era una buena idea empezar la independencia con un presidente que no “rellene” el formulario correspondiente? Claro que no. Sería ilegal empezar la independencia unilateral sin el correspondiente tramite oficial.

Es que no se llora por no terminar riendo. Ahora vendrá la de Gila ¿Es el enemigo? Pues que se ponga. Sí, me refiero al Estado Español. Oiga, mire que quiero que se enteren. Que vamos a desobedecer e independizarnos. ¿Qué dice? ¿Qué lo envíe por correo certificado? ¿Y allí me darán el resguardo?  ¿Y cuando me responderán? ¿Silencio administrativo? ¿Eso ya es positivo o negativo? No se sabe… Ya, bueno, lo vamos viendo.

domingo, 10 de enero de 2016

Jaque mate en tres jugadas

“Joder, joder, joder, joder…”. Permítanme citar a Hugh Grant en “Cuatro bodas y un funeral”. Cataluña mediante, tendremos gobierno del PP con Rajoy a la cabeza. Quizás no para siempre, pero un día más ya es demasiado Rato. El asalto del independentismo catalán, de seguir así como va, achica casi todo el espacio de movimiento a la izquierda, incluyendo Podemos, el PSOE o el recuerdo de IU.
Es así, y poco más queda. Hay temas que acallan todos los demás. Temas con los que el debate, las sutilezas, los razonamientos o los matices desaparecen. Sea la violencia terrorista de ETA, o el asalto a la legalidad de varios actores políticos catalanes.
Parece que aún no lo han visto o no lo quieren ver en Podemos y sus variantes plurinacionales. Pero da igual. El principio de esperanza siempre cede ante el empuje del principio de realidad, cuando del Estado se trata. En otros temas, como el medioambiente, el principio de realidad terminará promocionando al principio esperanza. Pero aquí y ahora no es el caso.
Dependiendo del ritmo catalán, ya no entran elecciones y sí reacciones. Ya lo decíamos hace años, que a Rajoy se le podía aparecer la Moreneta y hacerle de Pilar para este “revival” de Santiago. ¿Serían tan insensatos en el PSOE como para no respaldar las actuaciones del gobierno destinadas a restablecer la legalidad constitucional? Ya le digo yo que, aunque la estupidez no tiene limite, también para algunos barones del PSOE existe un “non plus ultra”.
Escenario más probable al 95%. A la primera que silben en Cataluña, el gobierno Rajoy saltará al ruedo con España y la Constitución por montera. Investidura de Rajoy con la abstención del PSOE y el apoyo inquebrantable de Ciudadanos. Frente constitucional. Crisis de “postureo” y sutilezas en Podemos, con reventón plurinacional. Y así, el PP gobernará mientras quede cuerda. Esa misma cuerda que a unos les vale para colgarse, y a otros para hacer de Tarzán.
Y aquí estamos, subidos en el techo de un coche hundido en mitad del canal (“The Full Monty”). ¿Qué quedó de la ocupación de la Plaza del Sol?¿Qué de sus obvias reivindicaciones?¿Qué de la lucha contra la corrupción rampante, presente en el blasón de tanto partido e institución?¿Qué de la transparencia, las puertas giratorias, la regeneración?¿Son imaginaciones mías o alguna vez en España existieron los derechos sociales y laborales?¿A dónde fueron todos los dolores de la democracia española? Todo apunta a que las esperanzas de remedios y curas democráticas el placebo catalán se las llevó.


jueves, 7 de enero de 2016

Los discursos demoledores

Decía Protágoras de Abdera que el ser humano es la medida de todas las cosas. De las que son en cuanto que son y de las que no son en cuanto que no son. Homo mensura para los amigos. La política es la medida del ser humano. Sin política no puede existir polis, tal y como la conocemos. La economía es la medida de la política en el mundo que vivimos. Qué políticas existen y cuáles no, en este mundo, son decisiones económicas. La economía capitalista está hecha a la medida del capital. Parece una autodefinición y lo es. Es un axioma que puede legitimarse con todas las razones y las sinrazones de la razón que desee. Hay manuales para ello de todos gustos y calores. El capital, en esta fase del “desarrollo”, tiene como sujeto a personas jurídicas que anonimizan a las élites. Un puñado de individuos y familias movidos por su único e inmediato interés personal. Permitan expresarlo en cadena argumental.
El interés personal cortoplacista de las élites es la última ratio del capital y el capitalismo; el capitalismo es la medida de la economía, la economía es la medida de la política, la política es la medida del ser humano, el ser humano es la medida de todas las cosas, ergo el interés personal de las élites, capitalismo mediante, es la medida de todas las cosas. De las que son en cuanto que son y de las que no lo son en cuanto que no lo son. Ahora, como en los arboles de la navidad pasada, cuelguen ideologías, y aprecien como está el mundo: triste teatrillo de títeres deshilachados.