viernes, 17 de junio de 2016

Tres cosas (disculpa Hermann)

Hace ya unos meses que los españoles se sienten más tranquilos, cuidados y seguros que nunca. Si usted que lee es una persona del común, tal como el que escribe, ¿Cuándo ha sentido usted que tantos y por tanto tiempo se preocupaban por su bienestar? Tantos señores y señoras de tantos partidos y tantas partidas pensando en qué es lo mejor que pueden hacer por nosotros, por nuestros hijos, por la felicidad y confort de los que gastan todos los días, aunque sea suela de zapatos. Que reconfortante que te atiendan, aunque sea corto el placer y tan largo el despido. A día y noche de hoy, cuatro partidos tiene su cama, cuatro líderes que se la guardan. Nada malo le puede pasar, que Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera le sonríen desde cada pata de la cama.
Ahora despiertos, la situación real más se parece a una leyenda medieval, lo que nos lleva, cómo no, a Hermann Hesse. Ya en la cama, me permito la licencia, para dolor de filólogos y literarios, de modernizar el “Tres cosas” (Leyendas Medievales).

Una mañana se levantó muy temprano y fue paseando solo por el camino militar hasta llegar a un país en que el rey había muerto hacía poco tiempo. Los burgueses del reino, al verlo tan viril, lo eligieron pueblo soberano, y la elección le puso contento. Pero al llegar la noche, los suyos lo llevaron a un aposento en el que vio a un feroz león en el cabezal de su cama, un dragón a los pies, en el lado derecho un oso y en el izquierdo sapos y víboras.
¿Qué significa esto? -dijo Ganterus (pueblo soberano)-. ¿Tengo que dormir en esta cama y con estas bestias?
Desde luego, señor -contestaron aquéllos-, pues todos los pueblos soberanos que te precedieron durmieron en esta cama y fueron devorados por estos animales.
Todo lo de aquí (el consumo de tal) me gusta mucho -replicó el soberano pueblo-, pero me repugna esta cama junto con las bestias, por lo cual no quiero ser vuestro soberano comestible- y se alejó de ellos.

Tras más camas con cuchillos y mal dormir, el pueblo soberano en marcha en su búsqueda mística postindustrial, se encontró con un líder carismático que le preguntó.
y
-Querido caminante, ¿de dónde vienes?
-De muy lejos -contestó él.
-¿Y qué haces? -prosiguió preguntando el anciano.
-Estoy buscando tres cosas y no puedo hallarlas -contestó aquél.
-¿Cuáles tres cosas? -volvió a preguntar el anciano. Ganterus pueblo soberano respondió:
-Primero, abundancia sin escasez; segundo, alegría sin tristezas; tercero, luz o claridad sin oscuridad.

El líder carismático dijo sonriendo ¿Pero pequeño demócrata saltamontes, aún no despertó del sueño capitalista? 


Nos toca decidir por el lado de la cama que queremos salir, sea león, dragón, oso o entre sapos y víboras. Quedarse en la cama el día 26 de junio no es opción. Le devoraran la ilusión igual, y encima no podrá elegir quién mastica su soberanía. No sea tímido. Total, solamente tiene que votar tarareando "devórame otra vez, devórame otra vez...". Es el famoso "gusano musical" que nos mueve los píes cuando hay elecciones, también con erre o ese.

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