jueves, 23 de junio de 2016

Todos los muertos del presidente

En pocas ocasiones los españoles votaron con tanta libertad como en esta ocasión del 26 de junio de 2016. No se preocupen, voten lo que voten,  se equivocaran de medio a medio o, no desanime, de entero. Incluso los que se abstengan acertaran tanto como los que votan. Lo que vaya en alegrías de primer orden lo irá en lagrimas de segundo y demás ordenes, saque lo que saque en este juego de chinos.

Rajoy y el PP son una de las amenazas más graves que experimenta la democracia española en lo que va de postfranquismo. Van de salva patrias escondiendo la gasolinera flotante o el deportivo debajo de la bandera. La bandera que colocó Vox en el peñón es pañuelo Kleenex comparada con la que usan estos señores de orden para esconder sus desvergüenzas. Desde todos los Ministerios han tomado el Estado en el nombre del Padre. La ley mordaza es, otro más, de lo muertos del presidente Rajoy. No lo es menos la manipulación y esa tremenda dislexia constitucional mediante la que dicen pan cuando piensan en tortas.  Las pensiones más amenazadas por el PP que por la muerte, encuentran en ellos su pecholata particular. Vote al PP. Ya sabe que vendrá, le harán daño y después le regañaran por quejarse. Cierto, ya no. Ahora multa o prisión, que ya la derecha conservadora desempolvó las leyes fundamentales. Vote PP y no se equivocará, no hay más que lo que ¡Ay!.

Vote PSOE, que no se equivocará y encontrará lo que ya sabe. Una política con la brújula social desorientada por el magnetismo institucional. Es como si fuese anteayer, ver a Rubalcaba y toda su disciplina de voto machacando la iniciativa legislativa de dación en pago. Ninguno se fue, solo se toman un reposo, subiendo o bajando del escenario. No pararan hasta diluir a uno de los grandes partidos de la historia de España en la salsera. Sánchez es un tipo agradable y simpático. Su diferencia con Zapatero fueron los tiempos, pero es la misma percha con distintas cejas.

Vote Podemos y no se equivocará. Ahora que parecía que el fin del consumismo permitía retomar la pluralidad de futuros, parece que aún no. Ya sabe, de joven comunista, pero una vez en el gobierno, como poco González-socialista. El González-socialismo es un concepto acuñado en la década de los 80, y dícese del burgués posibilista que está más en cazar ratones desarrollistas y aplicar una mínima redistribución entre pobres y menos pobres, dejando intacto el virgo patrimonial de las oligarquías, que en respetar el amarfilado hueso del socialismo. Podemos es el salto al vacío de lo mismo. Alegría para hoy y desánimo para mañana. Su video electoral da en el clavo. No se asuste, mañana será casi lo mismo, pero con menos canas y canosos. Vote Podemos y disfrute del coito, después no le invitaran a marcharse del Congreso. Simplemente le dirán aquello de “no te digo que te vayas, pero ahí tienes la ropa (y la ilusión)”. Vote Podemos, total, antes muertos que sin silla.

Vote Ciudadanos. No se equivocará. Dan de sí lo que ven. Un PP sin viejos corruptos, con total libertad de acuñar otros nuevos. Intelectualmente tienen menos profundidad que un trampantojo, pero permiten ver la realidad con otra perspectiva. Ciudadanos tiene un color especial, Ciudadanos sigue teniendo a su gente, Ciudadanos será UPYD, pero esa es otra historia diferente (que ya le contaré cuando llegue el momento). Si vota a Rivera no se equivocará, es lo que hay.

O vote en blanco, nulo o incomparecencia. Da igual. En este laberinto de ratones que estamos, al final se la dan con queso. Lo que viene vendrá y, más aún, todos lo vemos venir.


La música del día es bien conocida y cierta. Alienados que estamos.


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