domingo, 3 de marzo de 2013

Falacia ad misericordiam

Están en campaña. Al parecer ser jugador de balonmano, joven, musculoso y excelente sonrisa pueden llegar a ser eximentes en el juicio. Es decir, era de poco juicio y así quieren que le traten. El otro era el donde digo Diego digo ¡digo!. Escucho que para ser profesor de la escuela de negocios hay que ser muy bueno. Quieren decir, muy malo. Malísimo. Entre la pruebas de descargo de Iñaki está la famosa melodía "¡Me has enseñado tu! Tu has sido mi maestro para hacer sufrir... Si he sido malo lo aprendí de ti...". El abogado concluirá con Secretos diciendo "Les juro que era un buen chico, pero con demasiado apego a la buena vida". ¿O no era así?. Bueno, pues con tararearlo igual cuela.
La otra línea es lo que está sufriendo esa pobre chica por la mala cabeza de su chico. Están demacrados y aunque continúan asiduos de buenos comederos y bebederos, comen poco y beben menos. Dan una pena tremenda y por ello merecería menos pena. Y las penalidades que afronta. Lleva seis meses sin pagar hipoteca. Joder. ¿están allí ya los grupos de ciudadanos antidesahucios? ¿Hay algún melenas encadenado a las puertas del palacete para que no los dejen sin casa?. No. Y aunque quisieran apoyarles, la policía cruel les impide acercarse. Allí están solos, encerrados, apunto de comerse unos a otros. Menos mal que el Banco o Caja, a pesar de ser quienes son, les aplica el procedimiento popular: les dan cuatro años de carencia. Y si no pueden pagar, no problema, pues le suben el sueldo a la señora y ya se van pagando ellos a si mismos. No hay pérdida posible con este perdido. Ademas, cuando pasen las olas, le harán consejero de aquí y de allí y resuelto. ¿No lo han hecho ya con Rato? Y la familia real tiene mayor duración. El suegro cruel no le saluda pero la suegra caritativa les lleva la tartera real y reconforta. La familia real, que tenía mejor fama cuando menos se sabía. No era un cariño popular al rey. Era un culto a la ignorancia. A cada que se ve, peor le va. Pero otro día hablaremos de su "campechanía" y su última "Corina", que la corona ya cantó en solfa con muchas más coristas. 
Pues dejando el "capo" y volviendo "da capo", siendo de buen corazón me empieza a dar pena, perita, pena el pobre chaval. Entonces lo recuerdo y ya como que se me pasa. Y mucho.
De lo recaudado, dieron el 2% (y con el redondeo soy muchísimo más generoso que él) a los niños con enfermedad y discapacidad para la integración por el deporte. ¿Se quedaron con la recaudación destinada a ayudar a niños con cáncer y otras dolencias? Eso duele. Aquí ya no es cuestión de cerebro, o inteligencia o formación. Es cuestión de tener algo en las venas. Sí tal cosa hizo, es un mal elemento. Ninguna pena que sufra se compara al dolor de los niños que pudo aliviar. 

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