miércoles, 20 de marzo de 2013

La economía de “quita y pon”


Últimamente les tiembla un poquito la voz. Los “economiastas”, o entusiastas de la economía de lápiz, papel y tijera que nos ha traído a este estado, siguen viviendo aplicando clichés de uso tópico.  Y valga la “redundundancia”. Aprovechando que el Papa pasó por Alcalá cuando los dinosaurios y Felipe González aún tenían plumón, y por obvias razones de importancia económica o ley del mínimo esfuerzo, le preguntan a un “ecomiasta” lugareño sobre el nuevo tabú del PP: la dación en pago. Y allí llegó la respuesta. “La dación en pago dificultaría y encarecería el acceso al crédito”. Tiene razón: no doy crédito a lo que dicen estos sobre la dación  en pago. Y no lo plantea como una especulación, que ahí sí que les doy el mérito de expertos. La respuesta la llevan de serie. Sobre la economía real ni “mu”. Que es una letra griega que comparten los “economiastas” y los vacunos, con la diferencia de que el mugir en los segundos es una habilidad innata y en los primeros adquirida con suma dificultad. 
Me vienen a la mente los años de burbuja. Parece que no hacía falta quitar la música, que decía Sebastián ya de resacón en las pegas. Quizás la dación en pago, en su momento, hubiese limitado al banco especular con el precio de las viviendas. Es fácil dar un crédito para comprar lo que no lo vale cuando lo piensas cobrar de otra parte. Los bancos y cajas sobreestimaron las tasaciones que ellos mismos hacían, cosa que hubiesen cuidado mucho más de saber que en la prenda estaba el pago. Y por eso, en este momento en que somos los avalistas del rescate a la banca y los precios están bajando a su nivel, es la ocasión: la dación en pago dificultaría y encarecería el acceso al descredito que producen las chapuzas financieras especulativas. Al final tenían razón, pero como siempre leyéndolo al revés.
En realidad hay dos economías sumergidas. Una evade impuestos y la otra la realidad. La segunda, que no la primera, ha hundido al país a su nivel. Es una economía que trabaja exclusivamente para el capital. Que inventa la realidad y la prescribe, ajustando el traje al que lo encarga. Son “economiastas” que lo hacen todo a derechas. Todo. Están en las antesalas del poder y aportan esa legitimación que les permite montar un número tanto cuando las hacen para sí como cuando las deshacen para no. Estos sí que se merecerian la “dación en pago”.

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